Según estudios realizados por la Asociación Civil Luchemos por la Vida, más de 1.000.000 de automóviles circula por la Ciudad de Buenos Aires infringiendo la Ley.

Polarizar los vidrios del automóvil empezó como una moda, hace ya varios años, pero hoy en día es una tendencia que se mantiene vigente y tiene, cada vez, más adeptos. Los comerciantes que se dedican a realizar la operación argumentan una serie de beneficios, pero tenemos que analizar si los mismos son realmente positivos. Por eso, cabe preguntarse, los vidrios polarizados ¿ayudan?

Según investigaciones realizados por la Asociación Civil Luchemos por la Vida, más de 1 millón de automóviles circula por la Ciudad de Buenos Aires infringiendo la Ley de Tránsito la cual indica que se permite hasta un 25% de la transmitancia luminosa regular en el caso de los parabrisas y el 30% en el caso de los vidrios que no sean parabrisas. El tema es que es muy difícil regular estos porcentajes por los Centros de Inspección Obligatorios ya que no disponen de aparatos que permitan medirlos.

La principal ventaja que es aducida por quienes son partidarios de la polarización de los autos es que baja la temperatura adentro del vehículo (con el consecuente ahorro de combustible) y, además, evita ser víctimas de robos.

Pero polarizar los vidrios por encima de los valores permitidos trae grandes riesgos para la seguridad vial. Según los estudios de Luchemos por la Vida, en primer lugar, entorpece la visión del conductor ya que disminuye considerablemente la visibilidad al exterior, especialmente de noche o cuando llueve. Por otra parte, imposibilita que el resto de los conductores puedan ajustar sus movimientos al percibir cómo está manejando el conductor de ese vehículo (por ejemplo, no pueden ver si va distraído o si está usando el teléfono celular). Finalmente, indican que se entorpece la visión del camino que se logra al mirar a través del resto de los coches. Pero esto no termina ahí: según otro informe, el uso de estas láminas aumenta un 30% la posibilidad de un accidente.

Tenemos que preguntarnos entonces si realmente las ventajas son tantas como para arriesgarnos a nosotros mismos y al resto de las personas a tener un accidente con grandes consecuencias. Recordemos que aún la lámina más oscura apenas evita que el 9 % de los rayos ultravioletas entre al coche.