Cómo saber el Kilometraje real de tu auto
Trucar los cuentakilómetros de los coches usados es una estafa conocida como “afeitado” en el argot de los malos vendedores; se trata de una práctica más frecuente de lo deseable.
Con la llegada de los odómetros digitales a finales de los años 90 del siglo pasado, parecía que se había acabado aquello de desmontar el cuadro de instrumentos para bajar los kilómetros. Se suponía que los nuevos medidores electrónicos eran “inviolables” y más difíciles de manipular que los antiguos de piñones y trinquetes.
La realidad es que basta un aparato electrónico bastante sencillo y barato para “afeitar” un vehículo. Lo que ya no es tan fácil es evitar que esta manipulación deje rastro, máxime en los modelos más modernos, donde las distintas unidades de mando están interconectadas en una red multiplexada… Así que sí hay forma de saber los kilómetros reales que tiene el coche de segunda mano que quieres comprar.
Cómo averiguar los kilómetros reales de un coche:
Los kilómetros que recorre un coche van quedando registrados en varias unidades de control, no sólo en la del panel de instrumentos. Con un equipo de diagnosis apropiado se puede tener acceso a las distintas centralitas del vehículo y leer los datos que tienen memorizados. Por ejemplo, en la mayoría de los motores diésel se registra el kilometraje en el que el módulo de mando ordenó la última regeneración del filtro antipartículas.
Cada fabricante sabe en qué unidades de mando registra los kilómetros, por lo que mi primer consejo es que acudas a un servicio oficial. Ellos tienen los instrumentos más precisos para sus propios modelos y conocen los protocolos de funcionamiento de su sistema multiplexado, por lo que pueden leer cada unidad de control e ir “a tiro hecho”.
En los años que estuve como agente en una importante asistencia técnica para talleres eran frecuentes las llamadas porque había errores de comunicación entre distintas unidades de mando. En la mayoría de los casos, se debía a que el coche había sido sometido a un “afeitado” y, al no coincidir los kilómetros registrados entre las distintas centralitas, dejaban de “confiar” las unas en las otras y cortaban las comunicaciones.
Por desgracia, los timadores no son mancos y en esto de los cuentakilómetros trucados se mueve mucho dinero, de modo que actualmente hay dispositivos que pueden penetrar en prácticamente todos los sistemas de control de un coche, haciendo difícil su rastreo. Sin embargo, estos equipos son muy caros y específicos para cada marca, por lo que sólo los verdaderos profesionales de este tipo de estafa son capaces de llevar a cabo un trabajo tan meticuloso. De ser así, tendremos que ir al siguiente nivel.
Historial de reparaciones y de ITV
Aunque los concesionarios vendan una marca concreta, son empresas independientes de ésta. Debido a la ley de protección de datos no pueden compartir determinada información. Esto hace que no te sirva de nada ir al concesionario de la marca “X” de tu ciudad y que te den el histórico de reparaciones de un coche concreto, salvo que tengas la suerte de que sea el taller elegido por el anterior propietario. Para conocer el registro de reparaciones y los kilómetros a los que se hicieron los distintos mantenimientos tendrás que localizar el taller en el que se llevaron a cabo. Aquí deberás hacer un poco de detective, pero la jefatura de Tráfico te puede ayudar, pues con la matrícula del coche podrás solicitar un suministro de datos y saber a quién perteneció anteriormente el vehículo.
Lo normal es que en sus primeros años de vida el coche acudiese a un servicio oficial de su ciudad para conservar la garantía. Sabiendo los kilómetros que recorría anualmente en estos primeros años, podemos (con cuidado) extrapolar: si en los 2 primeros años hizo 30.000 km y el vehículo ahora tiene 6, lo más probable es que el kilometraje real ronde los 90.000 km. Si marca muchos menos, sospecha. He asesorado a muchos amigos para comprar un coche usado y siempre que el modelo tenía pocos kilómetros y me “olía a chamusquina” me contaban la misma historia: “es que era de un señor mayor y sólo lo usaba para ir a recoger a los nietos al colegio”, “era de un médico que lo usaba poco”… ni caso.
Desde hace unos años, los kilómetros del coche quedan registrados en las inspecciones de la ITV, por lo que podrás comprobarlo en la ficha del vehículo.
Desde hace algunos años, las ITV están obligadas a registrar los kilómetros en el momento de pasar las inspecciones, por lo que se puede ver en la ficha técnica la distancia señalada en cada revisión.
Será imposible rastrear todo esto si se trata de un coche de importación, ya que no hay manera de localizar a su anterior propietario ni de conseguir un histórico. Así que pasamos al siguiente nivel.
Prueba otro modelo similar y compara
El tiempo deja su huella, pero ésta es aún mayor con el paso de los kilómetros. Las piezas de goma de la suspensión empiezan a aflojarse, los rodamientos toman holgura, etc. Uno no es consciente de ello porque sucede tan progresivamente que no nos damos cuenta, pero si un día tienes la oportunidad de probar un coche idéntico al tuyo, aunque con menos kilómetros, notarás esa diferencia al instante.
Mi consejo es que busques otro vehículo en venta con características similares a las del que estás interesado en comprar y lo pruebes. Si notas que con 200.000 km tiene una dirección más precisa, hace menos ruido, tiene menos grillos… que el que vas a comprar, ojo. Mi consejo es el mismo que el que daba Robert de Niro a Jean Reno en Ronin: “Si hay duda, es que no hay duda”. Olvídate de esa unidad y de ese vendedor.
Revisión a fondo
Si no encuentras ningún coche parecido con el que tomar una referencia o te da reparo probarlo, podemos buscar “incongruencias” en el estado del vehículo. Los vendedores quieren ganar dinero, por lo que se limitan a “renovar” algunos elementos baratos y fáciles de localizar cuando quieren despistar a un incauto. Olvídate de mirar el desgaste en el pomo del cambio, los pedales, el volante… todo eso se puede encontrar en un desguace por apenas 30 euros y el aspecto del interior del coche cambia totalmente.
Sin embargo, sustituir elementos como los discos de freno, los silentblocks de la suspensión, los tornillos del carenado del cárter, etc., resulta mucho más caro, porque, para empezar, tendrá que pagar la mano de obra de un especialista.
Esta revisión no te permitirá distinguir entre un coche con 60.000 km y otro con 100.000 km, pero sí te pondrá en alerta entre un coche con 250.000 y que marque 100.000, etc.
Hay elementos mecánicos que tienen una vida útil determinada. Si están nuevos, es porque han pasado ya esos kilómetros. Por ejemplo, un coche con 50.000 km ha de tener algo de desgaste en los discos de freno. Si son nuevos, es porque ya los han tenido que cambiar, y su duración media ronda los 100.000 km (para un conductor normal).
Subir el coche a un elevador puede revelarte detalles que te darán pistas sobre los kilómetros reales del vehículo.
Sube el vehículo en un elevador y revisa el estado de los bajos. Si faltan muchos tornillos en la pieza de plástico que cubre la parte baja del motor, es porque han hecho muchos cambios de aceite y poco a poco se van perdiendo los tornillos: cuantos menos veas, más kilómetros tendrá encima ese modelo. Hay que buscar ese tipo de detalles.
A continuación te dejo una lista de elementos que suelen sustituirse con unos kilómetros determinados y que te pueden dar pistas sobre si lo que marca el odómetro es real o no:
- Discos de freno delanteros: tienen una vida normal entre 80.000 y 100.000 km (algo menos si el coche tiene cambio automático, debido a su menor freno motor).
- Discos de freno traseros: un conductor normal no tendría por qué cambiar los discos traseros antes de los 150.000 km.
- Silentblocks de la suspensión: los brazos de suspensión, estabilizadoras, barras de dirección… van sujetos sobre piezas de goma. Con más de 200.000 km, esos elementos pierden holgura o se agrietan. Si los ves muy envejecidos, ese coche casi seguro sobrepasará los kilómetros que marca.
- Correa de auxiliares: las modernas correas poli-v que mueven el alternador, aire acondicionado, etc. tienen una vida entre 80.000 y 100.000 km. Si es nueva, ya sabes…
- Turbo: un turbo tiene una vida muy variable, pero un conductor cuidadoso puede hacer sin problemas 200.000 km sin cambiarlo. Si ves que los tornillos que sujetan el colector de escape y el turbo están mellados por haber sido manipulados -o son nuevos-, lo más seguro es que haya sobrepasado esa distancia.
- Lámparas de xenón: enciende las luces del coche. Si un faro emite mucha más luz que el otro, es muy probable que su lámpara de descarga de gas sea nueva. Este tipo de luces tiene una vida normal de unos 100.000 km. Si han tenido que cambiar una, es porque ha superado esa vida.
- Volantes bi-masa: el volante motor de las mecánicas modernas tiene este tipo de construcción para reducir las vibraciones. Funcionan bien, pero tienen una vida más corta que los tradicionales mono-masa. Si ves que han manipulado los tornillos que unen la caja de cambios al motor es porque han tenido que cambiar el embrague o el bi-masa, lo que suele suceder alrededor de los 200.000 km.
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